martes, 6 de diciembre de 2011

El resbaloso problema de la educación.


Una máquina trivial es aquella que arroja un valor determinado de salida asignado a un valor determinado de entrada. La máquina trivial es predecible al extremo, no puede arrojar un valor aleatorio y por lo tanto estadísticamente es predecible al cien por ciento.
Una máquina no trivial puede arrojar valores diferentes de salida sin tomar en cuenta el valor de entrada. Si una máquina no trivial tuviese tres posibles valores de entrada y tres posibles valores de salida, estadísticamente sería transcomputable predecir la posibilidad de que a un valor de entrada le corresponda un valor de salida.
Transcomputable quiere decir que ni con la computadora más poderosa que el ser humano jamás invente sería posible predecir un resultado de salida, simplemente porque el número sería tan grande que abarcaría el universo.
Un par de neuronas se considera ya una máquina no trivial. La neurona es capaz de presentar dos estados: encendida y apagada, justo como el código binario. La neurona a pesar de ser binaria emplea una lógica Booleana como la que utilizan los programas de cómputo: TRUE, FALSE, AND, OR. Esto quiere decir que no son dos valores sino cuatro los que puede presentar la neurona. Una neurona puede recibir más de doscientas mil conexiones de otras neuronas. Hay más de cien mil millones de neuronas. Las posibilidades de nuestro cerebro son simplemente escalofriantes. Esto quiere decir que el Cerebro humano es capaz de crear una realidad donde se contiene al universo mismo, al pasado, al presente, al futuro, al tiempo, la distancia, la memoria, la consciencia, Dios, TODO.
Nuestra capacidad entonces no tiene límite, aquellos que dicen que solo utilizamos el diez por ciento de nuestra capacidad se equivocan, en cada momento nuestro cerebro trabaja al cien por ciento de su capacidad, produciendo diferentes resultados obviamente. Para algunos, el producto de su cerebro les hace vivir en un mundo ordenado y científico, para otros, su cerebro les hace creer en el arte y la filosofía.
Sin embargo, es muy fácil domar a las personas, condicionarlas a reaccionar para que hagan siempre lo que les dicen. Para ello se tiene que empezar desde la más tierna infancia, enseñar a obedecer siempre. En las escuelas es donde se recibe todo el entrenamiento para que el centro de control imponga su visión del mundo, ¿El arma clave? Los exámenes.
Para poder graduarte tienes que pasar un sin fin de exámenes que te piden que demuestres que posees un conocimiento, como por ejemplo ¿Quién y en qué año se descubrió America? Para el núcleo del control solo existe una respuesta correcta, si tu respuesta es la que ellos esperan entonces felicidades, puedes continuar tu camino por el sistema educativo debido a que eres considerado una Máquina Trivial, es decir, un individuo estandarizado que ha aprendido a responder de forma predecible. Gracias a esto, los mecanismos de control tienen tanto éxito, por eso las crisis económicas están produciendo un nuevo sistema político en dónde las decisiones de quién gobierna ya no las toma la prole, sino los accionistas. Los ejemplos son claros en el caso Europeo. 
La solución es muy simple: irreverencia. Se aplica de la siguiente forma. Proporciona siempre la respuesta que los agentes quieren escuchar, y cuando hayas concluido el adiestramiento del sistema de educación, entonces ejerce tu libertad, reflexiona, analiza, informate, ejerce tu creatividad, imagina y construye tu propia vida. De esta forma la experiencia que te llevas de este mundo será fascinante.

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