miércoles, 7 de diciembre de 2011

El poder de la percepción.


Según Epicteto “no son las cosas las que nos inquietan, sino las opiniones que tenemos de las cosas”. Si reemplazamos la palabra “opinión” por "percepción" estaremos en condiciones de abrir un nuevo y mágico mundo. Los problemas surgen precisamente por la forma en que percibimos la vida. Cuando crees tener un problema, en realidad estás pensando que las situaciones normales de la vida son obstáculos casi infranqueables. Aprender a percibir la vida como un flujo imparable borrará los límites que te autoimpones cuando percibes la realidad en términos de dificultades.
Decía Gregory Bateson que “la ciencia en realidad no prueba nada”, palabras fuertísimas provenientes del más grande epistemólogo que el mundo ha conocido, sin embargo, más ciertas no pueden ser. La ciencia como emergencia de la actividad humana es la suma de las percepciones de personas que se denominan científicos. Cuando una comunidad científica percibe lo mismo a través de la comprobación experimental, lo único que están validando es la percepción de un grupo y no la cosa concreta, real. Es obvio porque nuestra mente no puede acceder a una realidad externa a nuestros sentidos, ni los artilugios que inventamos para mitigar nuestras deficiencias sensoriales nos ayudan por el simple hecho de ser tan complacientes con sus creadores, lo que significa que siempre detectan todo aquello para lo que fueron diseñados. Por ejemplo, un tostador de pan no detecta rayos gamma, ni un telescopio ve bacterias, etc.

Sé que puede haber mucha discusión al respecto, pero hoy en día estamos tan conscientes de la plasticidad de los paradigmas que inclusive nos damos el lujo de ya no mandar a la hoguera a aquellos que desafían leyes científicas, como sucedía en los tiempos de Galileo. ¿Recuerdan el cuento de los ciegos y el elefante? Cada personaje posaba sus manos sobre una parte del elefante, lo que los hacia suponer que la realidad era de una u otra manera. Así los científicos fragmentan la realidad y perciben un pequeño aspecto de ella, después invitan a otros científicos a que corroboren su percepción. Hay que destacar que en este último caso el fenómeno que sucede es el de la hiperatención (o hiperreflexión desde el punto de vista logoterapéutico). Es como si un ciego invita a otro a posar las manos sobre lo que el primero las había posado, entonces obviamente ambos corroborarán una percepción idéntica, también es posible que el segundo quiera modificar la opinión del primero, es posible que gane y más si los demás ciegos vienen a verificar la información. Entonces lo más sano para la ciencia es reconocer que la realidad es vasta e incomputable, que un día el limite de la velocidad es el de la luz y al siguiente eso ya no es cierto o está sujeto a verificación, que el nuevo trending topic es la teletranspotación cuántica, etc. La ciencia debe cambiar su concepto de verdad absolulta por el de percepción relativa comprobable y útil, de esta forma el avance científico será avasallador y los beneficios humanos serán ilimitados.
He decidido dedicar la mayor parte de esta reflexión a la ciencia, pero ¿Qué pasa con la religión o la filosofía? Son entidades cuya opinión de sus miembros, a pesar de no obtener sus ideas mediante la comprobación científica, resultan más calcinas y arrogantes, que la de un científico. Los que se dedican a aquellas actividades requieren de dogmas para que su negocio (que consiste en controlar y lucrar), tenga éxito. 
Las personas perciben la vida en términos de fracaso y sufrimiento. Afortunadamente, una percepción es fácil de cambiar mediante la psicoterapia breve porque posee mecanismos provenientes de la cibernética. Estos mecanismos no son considerados como manipulación porque persiguen la felicidad y el bienestar de las personas, caso contrario de las empresas y negocios religiosos que solo quieren vaciar los bolsillos de la gente. A veces, solo basta con cambiar la percepción que se tiene de un problema para que éste desaparezca, es casi mágico pero la realidad es la entidad más plástica conocida. ¿Por qué vota la gente por un candidato y no por otro? Por la percepción que se tiene. ¿Por qué la gente consume lácteos siendo tan dañinos para la salud? Por la percepción que nos inculcan con la mercadotecnia. ¿Por qué la gente renuncia a su libertad a cambio de seguridad? Por la percepción que el centro de control a través de la propaganda terrorista impone a los ciudadanos. ¿Por qué una mujer se somete al yugo de un hombre que la humilla y la anula? Por la percepción que esta mujer tiene de sí misma. 

Conocer nuestras percepciones y reflexionar sobre ellas puede resultar en un cambio drástico en nuestro estilo de vida tanto individual como familiar y social. Toda las sociedades pueden cambiar de la noche a la mañana si descubren este fabuloso secreto, a veces esto sucede espontáneamente como en el caso de los países árabes y sus recientes revoluciones, aunque el cambio espontáneo no tiene un flujo armónico, es más bien como un alud de tierra frenético y sin rumbo. Son los líderes los que deben utilizar la percepción de la gente para mejorar nuestra relación con la naturaleza y con otros seres humanos. Es terrorífico que solo manipulen la percepción de la gente para inculcarles miedo y el odio a otros seres humanos para  lograr de esta forma que acepten guerras preventivas, deforestación y sacrificios económicos innecesarios. 

¿Comenzarás ahora a cuidad tus percepciones? ¿Estás preparado para descubrir un mundo de posibilidades? Hay dos armas muy poderosas para que logres tener éxito en este nuevo mundo, yo les llamo: Respeto y Responsabilidad

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