viernes, 5 de agosto de 2011

El fundamento material de los Límites.


Hay dos tipos de límites: Materiales e Ideológicos, pero en cualquiera de estos casos somos nosotros quienes los construimos o participamos en su construcción. Durante la construcción del muro de Berlín a parte de los que tuvieron la idea, también son responsables los que con sus propias manos construyeron un límite artificial sembrando así la semilla del conflicto: la diferencia.

En el párrafo anterior están contenidas ideas muy complejas y me gustaría empezar a desarrollarlas de una en una para una posterior integración que concluya el sentido de esta reflexión.

En mi libro hablo de una realidad sin límites porque en la naturaleza no existen los muros, las paredes, techos, puertas o ventanas. En la era anterior a nuestra existencia los animales podían ir de norte a sur, de este a oeste sin ningún impedimento para hacerlo. Es cierto que existen obstáculos en el camino pero dichos obstáculos siempre son superados con ingenio y perseverancia. Cuando un ser humano construye una casa, aparte de las barreras físicas que son las paredes, puertas y ventanas también existen barreras ideológicas, dichas barreras son legales y se encuentran depositadas en tu cerebro, si las infringes sabes que corres el riesgo de recibir castigo judicial y las personas normales aceptan esa doble prohibición de buena manera. Sabemos que las paredes y los muros existen porque la simple protección ideológica no es suficiente para algunos que les gusta violar el espacio privado para conseguir un bien que no le corresponde y no ha conseguido por méritos propios.

Tenemos la intuición natural para superar obstáculos, es por eso que los muros siempre caerán y las fronteras siempre serán traspasadas, el lado obscuro de esto es que dichas fronteras incluyen las del respeto, es increíble que alguien pueda golpear a la persona que según dice que ama y que tendría que respetar, es espeluznante que no solo la golpee pero también le mate.

Los límites sean éstos materiales o ideológicos siempre serán traspasados porque como lo explica la teoría de los fractales, éstos siempre recurren a un nivel inferior o superior de forma infinita y recurrente. Para poner un ejemplo, los científicos todavía se preguntan por los límites de la materia y por los límites del universo, en ambos casos siempre se topan con la misma Epifanía: después de la ultima capa, la cebolla se esfuma en la nada. Entonces corremos a pensar, ¿Como es posible que la materia se sustente en la nada? ¿De qué estamos hechos entonces? Algo es obvio y es que estamos hechos de ideas al 99%, mientras que el otro 1% es materia sin importancia práctica para nuestra convivencia. Estamos ahí pero lo importante es lo que pensamos, lo que hacemos, cómo nos relacionamos y las experiencias que recabamos por la vida. Al final todos morimos pero hay a quienes no hemos podido olvidar, personajes como Shakespeare, Einstein, Jesús, Lady Di, etc. Ellos han sobrevivido a su “materialidad” y viven en nuestras ideas sobre ellos.

En mi libro propongo una realidad sin límites pero con un imperativo ético y otro estético, sin ellos, la convivencia sería lo que es ahora obviamente: una lucha interminable entre semejantes por razones equivocadas y con consecuencias trágicas y devastadoras. El imperativo ético habla sobre construir nuevas posibilidades mientras que el estético nos invita a descubrir nuevas ideas que mejoren nuestra relación con todas las cosas a través de una nueva forma de mirar, observar y reflexionar.

Sé que mi libro no cambiará al mundo pero estoy seguro que la Cibernética si lo hará como ya lo ha hecho anteriormente, es por eso que mi mayor interés está en el de promover esta Epistemología que sin duda alguna nos hará entender todo lo que siempre habíamos querido comprender gracias a su poder para desentrañar absolutamente todos los fenómenos de la realidad.

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