miércoles, 18 de septiembre de 2013

La Emergencia y lo Emergente.


Nuestro temor a la naturaleza proviene de muestras tan claras como terremotos o inundaciones. Desde nuestra más primitiva historia se ha distorsionado la relación mente/naturaleza, hemos conceptualizado a la naturaleza como enemiga. Para lograr contrarrestar el maléfico comportamiento de natura dedicamos nuestros mayores esfuerzos a entenderla y derrotarla. Siempre hemos creído que nuestras ciudades son el logro más importante en la tarea de dominar el medio ambiente. Sin embargo solo hace falta muy poca energía por parte de nuestra madre naturaleza para darnos una lección: terremotos, tsunamis, huacanes, incendios, sequías. 

Cuando ocurre un desastre natural, el área afectada se convierte en un microcosmos. Todas las personas buscan desesperadas un foco de atención hacia dónde descargar su confusión y frustración. En este contexto siempre se espera que las personas tomen ventaja de la elevada entropía positiva para sacar provecho. El saqueo y la rapiña es un mecanismo normal y esperable. Si las personas saben de antemano que la situación mejorará entonces deciden robar artículos de última necesidad, pero que en un contexto próximo de normalidad le permitirá subsistir en dicho nuevo concepto más días que en si roba artículos de rápido consumo como agua o comida. La Emergencia es aquello que surge sinérgicamente por la interacción de pautas inesperadas. En una situación apocalíptica, en donde la posibilidad de volver al status quo se vislumbra cercana, hechos deplorables como el saqueo y la rapiña se convertirían en la única forma de subsistencia, aquellos que no lo practicaran se convertirían en el eslabón débil y perecerían debido a la falta de trabajo, suministro de bienes y pérdida del valor del dinero como medio de cambio. Estas propiedades de la emergencia las podemos ver en menor medida en situaciones de extrema urgencia como las que se viven en Acapulco, pero recordemos que después del paso del huracán Sandy también pudimos ver dichos acontecimientos, sin embargo, la voluntad de mantener el control por parte del sistema Americano es tan grande que pudieron neutralizar sus efectos. Eso solo se logra con la fuerza pública, sin embargo lo que se pide en este momento es la ayuda humanitaria para hacer acopio de productos de primera necesidad y regalarlos a quienes lo necesitan. Esos productos pasan por tantos filtros que difícilmente llegan a las manos adecuadas, pasan, principalmente por mafias ya establecidas que también buscan lograr beneficiarse. Obviamente de no ser controlados los actos de saqueo se puede llegar a una situación de anarquía entrópica en donde será mas complicado el suministro de productos de primera necesidad en contextos no apocalípticos.

Paul Watzlawick en su libro "Lo bueno de lo Malo" nos habla de nuestra infinita incapacidad para estar bien en tiempo se paz y calma, y de nuestra inmensa necesidad de atravesar por momentos turbulentos para poder dotar de sentido la realidad puesto que el ser humano solo entiende la vida en esos términos, como caos y violencia.

En estos momentos hay que replantear los cimientos de nuestra civilización. Con el creciente aumento demográfico, cada golpe de la naturaleza afectará a más personas debido a que cada día se concentra más gente en menos espacio y esos espacios explotan desmesuradamente los recursos naturales. Parece una necesitad el establecernos siempre en dónde los recursos sean de fácil acceso, es responsabilidad de los que ostentan el control de la sociedad que impidan el abuso de los límites que la naturaleza reclama para su expresión. No esperemos que un río siempre mantenga su cauce, no esperemos que la tierra nunca tiemble. No esperemos que los vientos jamás sobrepasen la simple brisa. Es un autoengaño el no preparase para lo peor, y es un error invadir lo que la madre naturaleza considera suyo.  Si en Acapulco se inundaron zonas consideradas de alto lujo es porque las tierras son muy bajas y siempre habían sido consideradas pantanosas. ¿Qué espera una tienda como Costco si no hace un análisis de impacto ecológico? Pues simplemente le toca esperar las consecuencias. Además de promover la rapiña por cuestiones económicas puesto que las cláusulas del seguro son diferentes cuando se trata de cuestiones naturales que las que se estipulan en caso de robo. Si no se encuentra la fuerza pública custodiando dichos establecimientos es debido a que precisamente la fuerza es pública y no privada. Si estos establecimientos lo solicitan y se consideran estratégicos entonces se puede entender la intervención del ejercito, de otra forma no. No luchemos contra la naturaleza (incluida la humana), comprendamos sus pautas y preparémonos para el siguiente gran golpe.  

viernes, 13 de septiembre de 2013

El Síndrome del Inquisidor Ético.



La vida propia ofrece un panorama tan desolador que nos invita a voltear a otro lado, a la vida de los demás. Al convertirnos en portentos de la verdad y la rectitud nos vemos obligados a imponer nuestra visión del mundo inclusive a través del uso de la fuerza, derecho heredado por el mismísimo Dios. La historia en su general conjunto es la historia de este trastorno, de este delirio. Esta forma de actuar tiene sus orígenes en la misma estructura social, desde que somos sociedad nos vemos obligados a organizarnos y la organización implica estructura y desafortunadamente jerarquía.

La función de la sociedad es mantener la cohesión del grupo, para lograr eso es necesaria una actividad productiva y cobrar un impuesto para mantener la jerarquía dominante. Esa jerarquía mantiene semejante comodidad que no esta dispuesta a perder el poder, debido a eso organiza la tan temida fuerza pública. Y dicha fuerza pública emerge debido a que las personas no se someten de forma dócil a las imposiciones de la jerarquía, simplemente no se les puede convencer con buenas palabras, se les tiene que someter por la fuerza. Desafortunadamente la estructura social se convierte en un arquetipo que se representa a un nivel más local como la familia, la relación de pareja, la crianza de los hijos, la amistad, y hasta en la relación vecinal. Entonces el bumerán que lanza el estado llega hasta el ultimo eslabón social y vuelve a subir por toda la estructura hasta completar su ciclo de forma ininterrumpida, eterna. A este fenómeno Paul Watzlawick lo llamó el Síndrome del Inquisidor General. Este Síndrome es el que llevó a los jerarcas de la Iglesia del Medioevo a cometer los peores crímenes contra la humanidad pensando que salvaban las Almas de los herejes, esas víctimas no han sido elevadas al nivel de Santos por dicha institución religiosa, simplemente no han reconocido su error. Otro gran ejemplo es el homicidio masivo que cometieron los miembros del partido Nazi contra los Judíos y otras minorías raciales. Eso no les enseñó nada a las víctimas supervivientes, el estado Judío esta repitiendo la fórmula bloqueando cualquier intento de crítica acusando de antisemita, casi Nazi o genocida a cualquiera que intente alzar su voz contra los asesinatos selectivos y masivos del estado Israelí. En estos dos ejemplos esta la prueba de que la historia de la humanidad es la historia del Síndrome Inquisidor General y desafortunadamente mientras haya sociedad habrá quienes reclamen el derecho a someter a los demás a un mismo esquema de realidad.

A los que proclamamos el Respeto como única forma de relacionarnos entre seres humanos y como pauta para promover la supremacía de la naturaleza en nuestra realidad nos llamamos los Inquisidores Éticos. Simplemente no sometemos a los demás a un régimen donde solo se puede hablar o hacer lo que permitimos. Esto es necesario porque si el otro no puede ser libre, en algún punto de la historia nuestros súbditos volverán con poder para lincharnos, cortarnos la cabeza en la guillotina o en el mejor de los casos, nos condenaran a la pena capital. Esto ocurre porque la imposición siempre genera resistencia y el deseo por cambiar las cosas, sin embargo, esto se convierte en otro delirio mas, el delirio de cambio. Los de abajo emergen para desplazar a los gobiernos regentes solo para convertiste en los mismos Tiranos que desterraron, de esta forma sellan su destino, sembrar la semilla de la resistencia en los que no lograron engancharse al nuevo régimen. Parece que no hay solución general a este problema, solo a nivel personal podemos tomar la decisión de respetar la vida en todas sus manifestaciones. Los demás si no lo hacen, la misma realidad, la misma sociedad y el mismo planeta se encargará de mantener el Tao.