El inconsciente tiene el dominio total de las funciones de nuestro cuerpo, nuestra mente y por lo tanto de nuestra percepción y nuestra conducta, así que sus recursos son infinitos. El trato apropiado de nuestro inconsciente nos puede llevar al éxito a lo largo de nuestra vida o enterrarnos en un abismo de preocupación y angustia, a veces se necesita suerte para poder atravesar los obstáculos pero el verdadero éxito radica en el conocimiento de las funciones y recursos de nuestro “ente extraño”.
Cómo ya decía en la introducción, la historia del estudio del inconsciente es interesante pero eso no ha conseguido formular una ciencia exacta sobre éste. Incluso la programación neurolinguistica tiene sus inconsistencias, empezando por los conceptos y definiciones que usa para aproximarse a dicho tema de estudio. Nuestro inconsciente no es un programa de cómputo por lo tanto no puede ser programado. Hay que recordar que nuestro inconsciente es un ser vivo, con multiniveles complejos de los que emergen otros aspecto interrelacionados con sistemas incluso más complejos como pueden ser otros inconscientes. La comunicación con nuestro inconsciente se da de forma natural, la mayoría de nosotros nos decimos a nosotros mismos: fracasados, impotentes, tímidos, retraídos. El inconsciente toma eso como una verdad absoluta y desarrolla mecanismos cognitivos para ayudarnos a percibir una realidad dónde esos adjetivos tienen validez y son verificables. Por ejemplo, si nos enfrentamos a un examen importante y horas o días antes tenemos el temor que no podremos con dicha prueba, el inconsciente nos ayuda provocando una amnesia en el momento de realizar dicho examen. Esto ocurre porque nuestro inconsciente tiene la capacidad de bloquear los impulsos nerviosos dónde se encuentra organizada toda la información que necesitamos para sacar una buena calificación, esto lo hace para obedecer nuestras ordenes de no tener éxito en la batería de pruebas que nos asusta y nos intimida. La amnesia es un recurso contra acontecimientos violentos y traumáticos, las personas sanas olvidan esos hechos para que la vida no gire en torno a esos acontecimientos, colocándonos en un predicamento sobre definirnos con base a dichos hechos o seguir con la búsqueda de una definición más satisfactoria sobre nosotros mismos. La mayoría de las personas prefieren definirse como víctimas de las circunstancias para lograr atraer una atención que de otra forma no lograrían, esto sucede con frecuencia en amas de casa, madres con nido vacío, personas sin trabajo, etc.
Nuestro inconsciente nos puede ayudar a preparar nuestro cuerpo para circunstancias extremas como es el caso de los deportistas, si le indicamos a nuestro inconsciente que se prepare para duras pruebas y que cada día tiene que aumentar su resistencia, entonces nuestro inconsciente es capaz de ordenar a nuestros músculos que rindan al máximo de su capacidad y esto gracias a la liberación de hormonas y la adecuada absorción de proteínas y azúcares.
Nuestro inconsciente es nuestro cerebro, esa es su parte biológica pero también, la actividad cerebral crea un sistema emergente que posee no inteligencia sino una gran sabiduría pues es el resultado de milenios de evolución, por lo que su funcionamiento es estratégico y adaptable a cualquier circunstancia que se pueda presentar. Por eso la intuición es un recurso más de nuestro inconsciente, es la respuesta que ofrece nuestra mente inconsciente cuando nos enfrentamos a dificultades y problemas dónde urge ofrecer una respuesta que logre resolverlos. La intuición es la mejor estrategia ante cualquier circunstancia porque es una respuesta que ofrece todo nuestro ser, el inconsciente evalúa nuestros recursos físicos, biológicos, mecánicos, intelectuales, cognitivos. El inconsciente sabe calcular distancias con precisión milimétrica, es quien nos hace meter goles, nos hace asestar un golpe en el momento y lugar apropiados en tan solo fracciones de segundo. Es el que nos hace tomar un camino en vez de otro para evitar el tráfico, es el que provee el mecanismo de protección de los hijos advirtiéndoles de algún peligro. También es capaz de adelantarse a los acontecimientos debido a su intima relación con la realidad puesto que es nuestro inconsciente quien la crea, y es por eso que mucha gente es capaz de predecir terremotos, nuestra mente inconsciente evalúa los acontecimientos sin que nos demos cuenta y por ciertos patrones es capaz de deducir que algo va a pasar comunicándolo a nuestra mente consciente mediante sueños o intuiciones. Estos patrones todavía no son identificados por los científicos, esta intuición es el resultado de haber vivido millones de año conviviendo con dichos fenómenos naturales. Los perros y otros animales son capaces de percibir esos patrones y su conducta se modifica en respuesta, los científicos han observado dichos cambios en los patrones conductuales de ciertos animales antes de un terremoto pero todavía no le han dado ningún valor práctico. Sin embargo, nuestra capacidad de predecir supera la intuición de cualquier ser vivo no humano.
Nuestro inconsciente tiene la capacidad de modificar nuestro cuerpo, nos puede ayudar al momento de subir de peso a niveles peligrosos gracias a todo aquello que le decimos, es entonces que la capacidad de retener los nutrientes y conservarlos en depósitos de grasa se vuelve más eficiente y no se hable de la sensación de ansiedad y hambre. También es capaz del proceso contrario ayudándonos en el momento de querer perder peso.
Ahora bien, lo siguiente es importantísimo, es nuestro inconsciente quién mediante perversas artimañas de nuestra mente quien permite que las enfermedades nos ataquen. Lo anterior porque nuestro inconsciente tiene dominio total de nuestro cuerpo, incluidas las defensas. El estrés, el cansancio, los problemas, la inseguridad, la ignorancia, el autoflagelo, todo eso produce estragos en nuestras defensas porque el inconsciente sucumbe ante la mala calidad de la información que procesamos. Pero no es el médico ni la medicina quién nos cura, sino nuestro inconsciente quién sabe con precisión qué es y dónde se encuentra el daño lanzando un ataque frontal sobre lo que nos aqueja o reparando alguna parte dañada, el inconsciente también decide la distribución de los medicamentos en el cuerpo y el manejo de toxinas peligrosas, si no tenemos confianza en nosotros mismos la medicina puede llegar a fallar, se han dado casos y eso se lo debemos a un inconsciente que ha recibido ordenes estrictas de dejarse morir.
Me gustaría poder describir cada proceso del que es capaz de realizar nuestro inconsciente pero es una tarea titánica, es posible llenar volúmenes enteros y crear una ciencia totalmente nueva solamente con la investigación sobre el inconsciente basada en su importancia estratégica para nuestra vida diaria y sus aplicaciones especiales. Imagina si los médicos empezaran a mencionar la capacidad del inconsciente para sanar más rápidamente y la capacidad del lenguaje para influir sobre éste. Los pobres tendrían entonces que estudiar el triple de libros para describir la influencia del inconsciente sobre cada aspecto de nuestro cuerpo, y así en cada ciencia o disciplina. Pero no perdamos las esperanzas, cuando se logre reintroducir la Cibernética en las ciencias que ayudó a crear a mediados de los cincuenta es cuando comenzará la verdadera Revolución Mental.