Hay que diferenciar entre lo que significa soñar y dormir. Soñar es la proyección de una realidad mientras se duerme. El dormir es un estado de consciencia mientras que el estar despierto también es un estado de consciencia. Tal vez se les facilite a algunos profesionales el usar términos como consciente e inconsciente para describir fenómenos que ocurren durante la vigilia y el sueño pero para mi es posible utilizar el término estado de consciencia para referirme a ambos procesos ya que la consciencia en realidad es una sola cosa, es un solo proceso que tiene diferentes funciones, una función es dormir y otra es estar despierto. Una última aclaración en este aspecto es que cuando me refiero a consciencia también abarco lo que en la literatura psicoanalítica se conoce como “consciente e inconsciente”. La conciencia tiene una función fundamental y otra vital. Su función fundamental es la de observar nuestra propia existencia mientras que su función vital es la de reconocer lo que es real. En este sentido podemos afirmar que los animales y las plantas tienen consciencia ya que su conducta implica que todo lo que hacen tiende a preservar su existencia. Solo las rocas carecen de consciencia, sin consciencia seriamos como las rocas, inmóviles pero eternas. Cuando dormimos se produce un escenario donde se proyecta un avatar de nosotros mismos y de otras personas, en esa representación siempre hay movimiento, las personas hablan, interactúan, pero eres tú el que les dice a los demás qué decir y qué hacer. Para poder lograr esto la mente debe estar trabajando a plena potencia y pasa de ser observador a ser creador de una realidad. Entonces tenemos que mientras dormimos la consciencia debe seguir cumpliendo su función que es la de observar nuestra existencia y para lograrlo es necesario soñar.
Antes toda fotografía debía tener su negativo que era una impresión de una imagen real, no era la imagen real sino una representación de ésta. Cuando digo imagen real no me refiero al papel que resulta de un negativo sino a lo que vino previo, antes del negativo, al instante fugaz que se capturó con una cámara y se guardó en un negativo, es decir a la realidad. Entonces, la consciencia para poder liberarse de la extraña paradoja de la existencia necesita del sueño, debemos seguir observando algo que nos parezca real y de esta forma nuestro cuerpo se pueda reparar para poder seguir existiendo. Es un sistema de preservación de la vida propia. En realidad no es interesante el contenido de nuestros sueños, aunque para los psicoanalíticos es pilar fundamental de su teoría, yo considero que el contenido del sueño tiene tan poca relevancia como lo que observamos cuando estamos despiertos, por lo tanto aquí cabe mencionar aquella frase que dice que la realidad supera a la ficción. Cuando estamos despiertos nos enfrentamos a un mundo en guerra, en donde hay sufrimiento en cada rincón de esta realidad, hay hambre, pobreza e infelicidad. Para finalizar este apartado retomaré la idea central acerca del por qué soñamos. La consciencia necesita verificar en todo momento nuestra existencia y debido al desgaste natural del cuerpo físico es necesario un período de reparación y para llevar a cabo esa reparación es necesario que el cuerpo disminuya su movilidad y para lograrlo hay que dormir, pero cuando dormimos dejamos de percibir la realidad y es por ello que la consciencia nos provee un escenario que nos permita seguir creando la realidad y esto es muy importante para una cosa: poder despertar. Si simplemente no soñáramos, nuestra consciencia no podría saber que seguimos vivos y jamás despertaríamos porque si no existimos quiere decir que no estamos vivos y por lo tanto despertar no es una opción.
Un fantasma por definición es algo que aparece o se revela fuera de la mente, en el mundo real. Muchas personas claman haber visto uno, llamamos a eso “actividad paranormal” porque se supone que eso no debería existir o simplemente no es real, debido a eso normalmente se le atribuye a un fallo en la percepción del sujeto que observa el evento. Las personas son libres de creer en lo que quieran, sea real o no, recordemos que para que algo sea “real” debe existir prueba con rigor científico de su existencia. Por otra parte, el delirio es un proceso de alucinación debido a una sobresaturación del sistema nervioso central cuyas causas pueden ser el síndrome de abstinencia o temperatura corporal muy alta. En este caso el sujeto encuentra que dice cosas que no tienen sentido, se trata de un cerebro saturado por lo que su funcionamiento produce pensamientos azarosos que los observadores externos calificamos de “delirio tremens”. En este caso la falta de apego a la realidad se trata de algo orgánico, comparable a los síntomas que ocurren a personas con tumor cerebral. Una vez más la realidad esta supeditada a un funcionamiento correcto de nuestras funciones cerebrales que es el habitáculo de la mente y la consciencia, pero en estos casos dicha consciencia pierde su función vital que es la de juzgar lo que es real de lo que no. Es por eso que las alucinaciones se consideran tan peligrosas, es la antesala de una “enfermedad mental severa”. Cuando el sujeto alucina simplemente escucha y ve cosas que los demás no, además las considera reales y en ocasiones extremas dichas voces dictan a un individuo lo que debe hacer, curiosamente siempre son actos criminales y en muy raras ocasiones le ordena ayudar a los demás, por eso digo que esta situación es muy curiosa porque han habido muchos juicios penales que han sido anulados por alegar que los crímenes en cuestión fueron llevados a cabo por una persona que escuchaba voces.
A veces la realidad no es como nos la vendieron cuando éramos niños, vemos que no existen personas mágicas y bondadosas que nos regalaban obsequios por el simple hecho de portarnos bien. Cuando uno trabaja en una empresa, si nos portamos bien simplemente nos pagan por hacer nuestro trabajo pero si comentemos un error las consecuencias son severas, es ahi cuando nos quejamos de maltratos por parte de nuestros empleadores, utilizamos el argumento de que siempre nos amonestan y nunca nos reconocen, es ahí donde los traumas emergen, dichos traumas provienen de contrastar una realidad que nos vendieron de niños contra la cruda verdad de la vida cotidiana. Y de esta manera podría enumerar tantos ejemplos, los más sobresalientes son cuando a una niña se le inculca que debe casarse y formar una familia justo como en los cuentos de Hadas, mientras que a los niños se les presiona para ser los mejores en todo, tener bienes materiales y humillar a sus competidores. Entonces cuando la realidad no es la que esperábamos se da el quiebre, continuamos sosteniendo la realidad preconcebida ignorando lo que en realidad ocurre, he ahí que aparece la psicosis. Y repito, podemos hablar de grados y tipos de psicosis pero esto no es un artículo “serio” así que lo omitiré.
Ahora bien, la esquizofrenia es algo más interesante porque creo yo tiene su lado positivo cuando se aplica al arte. Es bien aceptada la idea de que nuestro cerebro maneja diferentes funciones para cada hemisferio. Uno es racional y el otro intuitivo. Lo que consideramos racional es una parte muy importante para funcionar como especie en una sociedad debido a que nos procura un juicio correcto para valorar lo que es real, correcto, verdadero. Mientras que la intuición nos ha llevado a más descubrimientos importantes que la razón, en algunas ocasiones como ya he explicado ha sido la razón el principal obstáculo para avanzar como civilización, retomo el ejemplo de la tierra plana: la razón dictaba que era plana, mientras que la intuición de Cristobal Colón decía otra cosa, él no tenía pruebas pero utilizaba cierta lógica para dar validez a sus argumentos de tal forma que arriesgó su vida para comprobar lo que pensaba era real. Volviendo al tema es posible que la esquizofrenia tenga su origen en un fallo orgánico, también está demostrado por el grupo de Gregory Bateson que su etiología proviene por una comunicación distorsionada implementada por sus familiares más cercanos y de mayor influencia sobre el sujeto. Lo que ocurre es que el individuo afectado recurre a una comunicación paradójica para enfrentarse a una comunicación paradójica y es ahi que surge el repertorio ultrabarroco de conducta y lenguaje que etiquetamos como “esquizofrenia”. Pero también para ser artista hay que ser esquizofrénico porque debemos expresar la realidad con un lenguaje diferente, nuevo, enriquecedor. Es imperativo demostrar que la realidad se puede enriquecer sin llegar a ser violentos o psicópatas. En verdad la realidad no tiene límites, podemos conocer todos los misterios del universo al superar a todos aquellos que quieren atar nuestra mente a una realidad estrecha y monótona. Algún día ellos serán considerados como los locos mientras que los irreverentes, los soñadores, crearemos una nueva realidad. Dormir, soñar despiertos, alcanzar nuestros sueños pero siempre respetando a los demás, reconociendo la identidad individual para no caer en el solipsismo. He ahí un reto, He ahí la única opción.